Fabricación de Asientos

Fabricación de Asientos

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Asientos Confort

Crear un buen asiento requiere de infinidad de pruebas de espumas, tejidos, estructuras, resistencia…
Enseñamos cómo hacer para garantizar el confort de todo tipo de personas.

Cómo los asientos del coche pueden reducir el consumo de combustible.

Si nos fijamos en un coche adaptado a la conducción deportiva o para tandas en circuito, podemos ver que en el interior se sustituye de forma habitual los asientos.
Esto no se hace por escoger unos baquet deportivos, para utilizar arneses de cuatro o cinco puntos (que también), sino por dos razones: Conseguir mayor sujeción y reducir el peso.


Si nos centramos en el consumo, las cuentas son sencillas. Pensando fríamente los fabricantes se han dado cuenta, que los asientos son elementos donde se pueden rascar unos cuantos kilos sobre la báscula.

Teniendo en cuenta que al reducir los kilos a mover, menos gasolina empleada, en el mismo recorrido, se han puesto manos a la obra.
Unos asientos de serie pueden pesar entre 15 y 20 kilos, dependiendo del año, del modelo y del tipo de coche. A partir de esto, los fabricantes han empezado a reducir el tamaño, el espesor del acolchado, usar materiales de mejor calidad, más ligeros o reducir la estructura de piezas con inserciones de fibra.
También han estilizado las formas e incluso algunos en sus modelos más deportivos, se atreven a equipar asientos casi de carreras.
Si rizamos el rizo y vamos a la industria auxiliar, a por asientos de tipo baquet (de verdad), reducimos el peso por debajo del 50%.
Los asientos de este tipo no son precisamente baratos, la estructura puede estar hecha de fibra de vidrio, PRFC (plástico reforzado con fibra de carbono), fibra de carbono o carbono kevlar.
Cuanto más exótico sea el material, menor será el peso y mayor su precio.

Buscando tu confort

Si le preguntamos a cualquier fisioterapeuta te dirá sin dudarlo que un asiento malo, pequeño o inadecuado será una fuente de sobrecargas musculares. Eso sin la necesidad de ser un profesional del volante que se pase horas allí sentado.
La ergonomía hace años casi no se tenía en cuenta a la hora de diseñar el interior de un coche. ¿Os acordáis de aquellos interiores plagados de líneas rectas y botones rectangulares? Eso quedó en el pasado y los talleres de los interioristas de las marcas parecen casi más laboratorios biónicos.

Según el Diccionario de la Real Academia: la ergonomía es el estudio de datos biológicos y tecnológicos, aplicados a problemas de mutua adaptación entre el hombre y la máquina.

Los asientos actualmente son la prueba tangible de esta definición.
Cada elemento que compone el asiento cuenta con la comodidad final del usuario, por lo tanto, en su valoración final de la experiencia. El diseño de cada asiento debe ser estudiado al milímetro, para ofrecer un compromiso perfecto entre firmeza y comodidad.
Se estudia la densidad exacta de la espuma usada en la banqueta del asiento, para mantener el peso medio de una persona, sin ser excesivamente duro, ni blando.
En el respaldo y los contornos, se usaran diferentes rellenos según las necesidades de cada pieza. Las piezas laterales y superiores tendrán sus características propias.

Con las tapicerías, tienen que tener elasticidad y resistencia, al mismo tiempo que ser transpirables y mantener el cuerpo ventilado.
Antes de pasar a la fabricación del asiento se tienen que hacer numerosas pruebas con diferentes materiales de relleno, tipos de tapicería o incluso distintos tipos de puntadas, para las costuras. Cada elemento que compone el asiento cuenta en la comodidad final del usuario y debe ser analizado antes de salir al mercado.